De una pantera de 40 kilos nació el alma de una marca que no se rinde
Todo empezó con Balú, una pantera disfrazada de perro de 40 kilos. Un día cualquiera, me conquistó. Sin pensarlo mucho (cosas de los veintitantos), lo adopté.
Me lo pintaron como un amor, y sí… lo era. Pero también era desde el primer minuto un Ferrari sin frenos. Y yo, aquí sin carnet y sin remedio.
Durante los días de acogida casi tiro la toalla, pero ya era tarde: ese gremlin adorable se había atrincherado en mi corazón. ¡Cualquiera lo echaba!
Volví a por él. Y ahí empezó una historia de paciencia, aprendizaje y muchas mordidas (figuradas… y no tanto).
Aquí aprendí que los perros no vienen a enseñarte trucos, sino lecciones.
"Balú era como un Ferrari. Y yo sin carnet."
Tras meses de caos, entendí que el amor no bastaba.
Así que me puse a estudiar comportamiento canino, a observar, preguntar, equivocarme y si... a volver a probar. ¿Dudas y desesperación? En todas su formas y variables.
Después de muchas formaciones, cafés, desesperaciones y alguna que otra lágrima… Balú era otro perro. Y yo, otra persona.
Esa etapa me enseñó que educar no es dominar, es conectar. Somos más que tutor y perro. Es clave.
Y que para conseguirlo hacen falta herramientas pensadas por y para quienes entienden a los perros de verdad.
Seguíamos con un problema: 40 kilos de perro y ni un solo juguete que sobreviviera una semana.
Así que decidí crearlo yo misma.
Uní mi experiencia como artesana y diseñadora con todo lo que había aprendido como educadora canina, y el resultado fue crear, junto a Balú, Beware of the Owner.
Una marca que nació de la necesidad real, con productos hechos a mano en España, testados por profesionales, y pensados para durar, motivar y crear vínculo.
Fabricado en España
Hecho a mano desde Palencia para tu peludx y para ti
Testados por profesionales
Nos rodeamos de los mejores para seguir creando los productos más cañeros.
Para todas las mordidas
Pensamos en los colmillos y ritmos de cada uno de nuestros clientes peludos
Ahora que nos conocemos mejor... ¿Jugamos juntos?