Cómo empecé con esto...
Empecé a indagar en el mundo de la conducta canina por necesidad, en 2013 adopté un perrete, Balú, que por aquel entonces era un macarra con mucha perronalidad, conocerlo y convivir 24/7/365 me hizo empezar a observar en profundidad el comportamiento de los perrxs y me intereso muchísimo.
En 2016 empecé con la primera formación profesional en educación canina y después de varios años combinando la formación en conducta canina con mi trabajo como artesana, decidí unir ambas aptitudes.
De aquí nace Beware of the owner, una marca de material todoterreno de uso cotidiano, lúdico y deportivo para perrxs y sus humanxs.