Sobre nosotrxs
Todo empezó con una pantera de 40 kilos. Un día cualquiera, Balú me conquistó y, sin pensar demasiado (cosas de los veintitantos), me lo llevé a casa. Me lo vendieron de color de rosa y yo tragué. Pero en pocos días sacó el gremlin que llevaba dentro, bien escondido detrás de los ojos de gato de Shrek. No podía con él. Me rendí durante los días de acogida. Era un Ferrari y yo no tenía carnet. Pero ya era tarde. Ese bicho había calado en mi corazón y, sin pensar demasiado (otra vez), volví a por él. Y ahí empezó todo.
Lo intentamos durante un año, pero la convivencia era un caos. Me di cuenta de que las ganas no bastaban: para conducir un deportivo, "necesitaba carnet". Así que me puse manos a la obra y empecé a formarme como educadora canina. Después de muchas formaciones, tiempo, paciencia, curro y alguna rabieta, Balu era otro perro. Y yo, otra persona.
Pero seguíamos teniendo un problema. Cuarenta kilos de perro y ningún juguete que durara lo suficiente para convertirse en su favorito. Nada aguantaba, nada sobrevivía. Así que, mano a pata, nos pusimos a trabajar. Junté mi conocimiento de artesanía y diseño con lo aprendido en educación canina y, con el soporte de compañeros y profesionales que fui conociendo a lo largo de los años, nació Beware of the Owner: una marca creada desde la necesidad real. Productos pensados para vosotros, hechos para durar. Material útil, lógico y de calidad.
Porque sabemos lo que es necesitarlo. Porque nacimos de ahí.